Evaluación de la implementación de techos y fachadas verdes para mejorar la calidad del aire en el distrito de San Juan de Lurigancho a través de modelos micrometeorológicos en ENVI-MET
Abstract
La problemática global de la contaminación del aire requiere soluciones ingeniosas y efectivas. En respuesta, países como Alemania, España y Francia han implementado infraestructuras verdes, como techos y fachadas verdes, para mejorar tanto las condiciones meteorológicas como la calidad del aire en zonas urbanas con escasa vegetación natural. Se debate si la densa cobertura vegetal podría actuar como una barrera que impide el flujo de aire y acumula contaminantes. Para investigar esta cuestión, se realizó un estudio en San Juan de Lurigancho, utilizando el modelo ENVI-met. El análisis cubrió 16 cuadras alrededor de una estación meteorológica del SENAMHI, evaluando cómo los techos y fachadas verdes influyen bajo las condiciones locales de clima y tráfico. El estudio determinó que la cobertura vegetal óptima no necesariamente requiere cubrir el 100% del edificio y que, para edificios de más de 10 metros, los techos verdes tienen poco impacto debido a su mínima interacción con las fuentes de contaminación. Se encontró que la vegetación en los edificios incrementa en promedio un 0.5% la concentración de contaminantes atmosféricos. Por otro lado, se evidenció que en las secciones con mayor área verde lograba capturar a un 1% más de contaminantes que las áreas sin vegetación, mostrando un equilibrio entre el incremento y la captura de contaminantes, lo que resalta la importancia de integrar estrategias de infraestructura verde. Este estudio subraya la necesidad de adaptar las soluciones de infraestructura verde a las condiciones específicas de cada entorno urbano para optimizar los beneficios en la calidad del aire, destacando la complejidad de los efectos de la vegetación y la importancia de un enfoque cuidadoso al implementar estas estrategias en zonas urbanas. The global issue of air pollution calls for ingenious and effective solutions. In response, countries like Germany, Spain, and France have implemented green infrastructures such as green roofs and walls to enhance both meteorological conditions and air quality in urban areas with limited natural vegetation. There's a debate about whether dense vegetation can act as a barrier that blocks air flow and accumulates pollutants. To address this, a study was conducted in San Juan de Lurigancho using the ENVI-met model. The analysis covered 16 blocks around a SENAMHI meteorological station, assessing how green roofs and walls influenced local weather and traffic conditions. The study determined that optimal vegetation coverage does not necessarily need to cover 100% of the building, and for buildings taller than 10 meters, green roofs have minimal impact due to their limited interaction with pollution sources. It was found that vegetation on buildings increased the average concentration of atmospheric pollutants by 0.5%. However, it was also noted that sections with more green areas captured 1% more pollutants than areas without vegetation, showing a balance between increase and capture of pollutants, which highlights the importance of integrating green infrastructure strategies. This study underscores the need to tailor green infrastructure solutions to the specific conditions of each urban environment to optimize air quality benefits, highlighting the complexity of vegetation effects and the importance of a careful approach when implementing these strategies in urban zones.